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Las disrupciones en las cadenas de suministros, así como la guerra entre Rusia y Ucrania, han traído un aumento continuo (durante 2021 y 2022) de precios en la mayoría de las materias primas, que muchos analistas creen que podría continuar (Gráfica 1). Dicho esto, la idea de este análisis no es hacer predicciones de si los precios de las materias primas continuarán subiendo o no, sino más bien sobre las diferentes opciones que tiene el inversionista para exponerse a este tipo de activo.

Gráfica 1

Aumento promedio anual del precio de las materias primas y año a la fecha

 

Fuente: Bloomberg

Independientemente de la posición que tomemos respecto al futuro de las materias primas, es decir, bajen o suban de precio, hay varias formas de exponernos, directa o indirectamente, a dicha variación.

Exposición directa

Como el nombre lo indica, este tipo de exposición implica comprar físicamente la materia prima. Obviamente no es una opción muy popular pues conlleva a una serie de riesgos, costos y problemas logísticos. Dentro de este tipo de inversión, hay que considerar el costo de transporte y almacenaje, así como el costo de salvaguardar el producto. Si, además, estás invirtiendo en bienes perecederos (como los agropecuarios), debes tener cierto nivel de rotación para no terminar con un producto inservible. Todo lo anterior, aunado a que es un mercado de jugadores muy específicos y, por lo tanto, de baja liquidez, la exposición directa rara vez es aconsejable. Un caso en donde funciona es, por ejemplo, si eres productor y ya perteneces a una cadena de suministro bien aceitada. Fuera de eso, para el fin último de especular sobre el precio, la exposición directa no funciona.

Exposición indirecta

Hay varias formas de invertir en materias primas de manera indirecta. Las más populares son: Vía futuros (o ETFs que invierten en futuros), vía bonos indexados o vía acciones de empresas que producen materia prima. La más común, y en donde concentraré la mayor parte de este artículo, es la primera: Vía futuros o ETFs que invierten en futuros.

Antes de entrar de lleno, me gustaría repasar dos conceptos que nos ayudarán a entender de dónde viene parte del rendimiento cuando invertimos en futuros de materias primas: contango y backwardation.

El contango es cuando el precio futuro de una materia prima está por encima del precio spot, es decir, el precio que el mercado está pagando hoy por dicha materia prima. Lo anterior implica que el inversionista cree que el precio subirá. Generalmente esto ocurre cuando el precio de la materia prima es alto y volátil. O bien, cuando se trata de un producto no perecedero. Pondré un ejemplo: Supón que un inversionista va largo con un contrato de futuros a $100. El contrato vence en un año. Si el precio spot esperado en un año es de $70, el mercado está en contango, y el precio de futuros tenderá a caer (a menos que cambie el precio spot esperado) para converger con el precio spot esperado.

Por otro lado, tienes el backwardation. Esto es cuando el precio futuro está por debajo del precio spot, y esto implica que el inversionista cree que el precio bajará. Generalmente esto ocurre cuando el precio de la materia prima es bajo y volátil. O bien, cuando se trata de un producto perecedero. Siguiendo la tónica del ejemplo anterior tenemos que, si un inversionista va largo con un contrato de futuros a $70 que vence en un año y si el precio spot esperado en un año es de $100, entonces, esto quiere decir que el mercado está en backwardation, y el precio de futuros tenderá a subir (a menos que cambie el precio spot esperado) para converger con el precio spot esperado.

¿Por qué esto es importante? Generalmente los inversionistas en futuros (ETFs incluidos) no esperan a que venza un futuro para renovarlo. Lo que hacen es, una vez que el futuro que tienen está por vencer, lo venden y compran “el siguiente futuro en la curva”. Esto, claramente, tiene implicaciones en el rendimiento, dependiendo si el mercado está en contango o en backwardation. Si el mercado está en contango, estás vendiendo barato y comprando caro (dado que el precio del futuro es mayor al precio spot). Por otro lado, si el mercado está en backwardation, estás vendiendo caro y comprando barato (dado que el precio del futuro es menor al precio spot).

Es por eso por lo que es importante conocer la forma de la curva de futuros de un mercado específico si es que se quiere invertir en él.

Dicho lo anterior, hay 3 fuentes de rendimiento cuando se invierte en materias primas vía futuros o ETFs que invierten en futuros.

  1. Rendimiento proveniente del precio de la materia prima. Es el rendimiento (y riesgo) al que queremos estar expuestos: si el precio de la materia prima sube, tendrás rendimientos positivos; si baja, negativos.  Es la fuente de rendimiento más obvia.
  2. Rendimiento proveniente de la renovación del contrato futuro: Esta fuente de rendimiento es la que hace referencia a si el mercado está en contango o en backwardation. Dado lo explicado anteriormente, el rendimiento en este caso puede ser positivo o negativo, y dependiendo de qué tan empinada esté la curva de futuros, es el peso que este tipo de rendimiento tendrá en la estrategia general.
  3. Rendimiento proveniente del colateral: Cuando se invierte en futuros, hay que tener fondeada una cuenta de margen que sirva de colateral en contra de movimientos adversos del mercado. El colateral depositado tiende a invertirse en instrumentos libres de riesgo, o bien, si el cliente lo desea, en instrumentos de deuda un poco más riesgosos con la finalidad de generar más rendimiento. Este rendimiento debe sumarse al rendimiento de la estrategia. Actualmente, el rendimiento del colateral es muy pequeño, pues las tasas libres de riesgo en EE. UU. son cercanas a cero.

Un ejemplo de qué tan fuerte puede ser el rendimiento proveniente de la renovación de contratos futuros lo podemos observar en los ETFs del Bitcoin. La curva de futuros del Bitcoin tiende a estar en contango (precio alto, volátil y producto no perecedero). Además, por reglas de la SEC, un ETF tiene limitado el número de contratos futuros que puede tener en un vencimiento en particular, por lo que, si el ETF llena el número de contratos del primer vencimiento, tendrá que moverse al segundo vencimiento (más caro que el primer vencimiento, pues el mercado está en contango). Se estima que, por solo este efecto, los ETFs de Bitcoin podrían traer rendimientos de hasta 10% menor al Bitcoin mismo. ¡Es muchísimo! En ese sentido, hay que tener bien claro qué tan en contango se encuentra un mercado de materias primas.

Si bien hay que tener cuidado al momento de usar estos vehículos de inversión, si se hace bien la tarea “pre-inversión”, los beneficios son múltiples: Son buenos diversificadores, tienen alta liquidez en el mercado, los vehículos son bastante segmentados por lo que la exposición puede ser muy granular, y los rendimientos históricos son bastante atractivos.

Asimismo, dada la guerra entre Rusia y Ucrania, prácticamente todas las curvas de futuros de materias primas se encuentran en backwardation (positivo para invertir), pero queda duda sobre qué tanto más podría subir el precio, por lo que hay que tener cuidado al momento de exponernos a este mercado.

Otras dos formas indirectas de invertir es vía bonos indexados y vía acciones de empresas. Los bonos indexados a materias primas son bonos generalmente colateralizados, cuyo cupón y/o principal está ligado con el precio de la materia prima que se usa de colateral. Tienden a servir como una buena cobertura contra inflación. Generalmente los emiten los productores de materias primas, y traen un “call option” al interior del bono (lo cual no es muy atractivo para el inversionista). Asimismo, tienden a ser más riesgosos que un bono normal, pero menos riesgosos que invertir directamente en la materia prima.

Por otro lado, el inversionista podría comprar acciones de empresas ligadas a materias primas. Importante notar que, la correlación tiende a ser más evidente cuando las empresas son pequeñas y poco diversificadas (Gráfica 2). Ahora bien, al invertir en las empresas, te expones a otros riesgos no necesariamente deseados que pueden hacer que la inversión “no salga” como esperas. Sin embargo, también puede tener efectos positivos, pues te expones a un posible buen manejo de la empresa, generación de utilidades, flujo, etcétera.

Gráfica 2

Rendimiento ARAMCO (empresa diversificada), KOSMOS Energy (empresa no diversificada) y WTI.

Fuente: Bloomberg

Conclusión

Dado la coyuntura actual, hay mucho interés en invertir en materias primas. Los vehículos para hacerlo son diversos, pero hay que tener cuidado, y conocer muy bien cómo funcionan, para evitar exponernos a riesgos no deseados.

Asimismo, no hay que dejarnos llevar por los acontecimientos muy recientes para tomar decisiones de largo plazo. Recuerda que los rendimientos pasados no garantizan rendimientos futuros, por lo que haz tu tarea, fija tu postura y no dejes que el FOMO (miedo a “perderte la fiesta”) tome decisiones por ti.


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