COLABORADORES

Christian Correa, CFA
President & Chief Investment Officer
Franklin Mutual Series

Mandana Hormozi
Portfolio Manager, Research Analyst
Franklin Mutual Series
En una mesa redonda celebrada recientemente, el director de inversiones Christian Correa y la gestora de carteras Mandana Hormozi, ambos de Franklin Mutual Series, hablaron sobre su reciente viaje a Japón y sus perspectivas sobre el mercado y la economía locales. Estas son sus principales conclusiones.
- La inflación está teniendo un efecto positivo en el entorno empresarial en Japón, con muchas empresas capaces de diferenciar sus productos más allá de los precios bajos.
- Al mismo tiempo, el país está adoptando una perspectiva dinámica hacia los negocios, y las empresas están más dispuestas a hablar sobre el crecimiento futuro y sobre cómo pueden cambiar para mejorar la rentabilidad del capital.
- Las empresas son más capaces de asumir riesgos ahora que en el pasado para impulsar motores de crecimiento potenciales.
A continuación se incluye una transcripción editada de su conversación.
Acaban de volver de un viaje a Japón. Últimamente ha habido mucho de lo que hablar sobre las oportunidades en Japón, y el mercado se ha mostrado relativamente fuerte. La economía parece más fuerte de lo que ha sido en mucho tiempo, y las empresas del país parecen estar inmersas en importantes cambios en su forma de abordar la gobernanza empresarial y la rentabilidad de los accionistas. Háblenme un poco sobre lo que se han encontrado mientras estaban allí de viaje.
Mandana: Lo que más me sorprendió fue el dinamismo en el mercado. No me lo esperaba. Y el gran cambio parecía ser la inflación. Todos hablaban sobre la inflación, tanto las empresas como los consumidores con los que nos cruzamos. Evidentemente, las tasas de inflación son muy diferentes entre Japón y Estados Unidos, pero, a diferencia de lo que sucede en EE. UU., en Japón las empresas parecían alegrarse por ello, ya que ha permitido diferenciar los bienes y servicios más allá de los precios, y los consumidores aceptaban la subida de precios. Así, una empresa puede intentar diferenciarse en otro factor que no sea el precio, que ha sido un gran motor del mercado durante más de veinte años, como la calidad, la innovación, etc.
Gráfico 1: Los precios de consumo japoneses suben al fin
Índice de precios de consumo en Japón
Enero de 2000 – Mayo de 2023

Fuente: Oficina de Estadística de Japón.
También me sorprendieron los cambios de la Bolsa de Tokio y sus repercusiones en las empresas, ya que tratan de incitar a las compañías a que adopten medidas para elevar su valor contable por encima de uno para seguir cotizando en bolsa. Ya que muchas empresas cotizan por debajo de su valor contable, se espera que esto aumente la rentabilidad con el paso del tiempo. Todavía no se ha identificado un mecanismo de aplicación, obviamente, pero las empresas parecen habérselo tomado bastante en serio y han estado adoptando medidas para superar el valor contable, que es el objetivo de referencia.
Otra cosa que también noté fue que todos decían que «en Japón, las cosas llevan mucho tiempo». La cultura tarda en aceptar el cambio, y fue un recordatorio de que el (ex) primer ministro Shinzo Abe empezó este proceso de reforma de la gobernanza empresarial hace más de una década. No es que esta vez sea necesariamente diferente, pero la evolución lleva mucho tiempo, y estamos empezando a ver algunos de los efectos de los cambios que se iniciaron bajo gobiernos anteriores.
Christian, ¿algo que añadir?
Christian: Durante mucho tiempo, las empresas japonesas han tenido la fama de ser insensibles a los accionistas y de tener una cultura empresarial insular en el sentido de los mercados del capital. Había quien opinaba que el mercado japonés era lo suficientemente grande y que no necesitaba inversores externos. También existía la opinión de que su modelo de capitalismo de las partes interesadas era el modelo correcto, y no se valoraban otras opiniones. Me sorprendió gratamente ver que se abrían a ideas que pienso que se habían rechazado en el pasado.
Así pues, ahora veo una perspectiva más dinámica hacia las empresas y una voluntad de hablar sobre sendas de crecimiento, de las que es más fácil hablar en general. Pero también hay una toma de conciencia sobre dónde puede que sea necesario cambiar las cosas, y quizás haya que cerrar una empresa o no invertir en ella. Hay una mayor capacidad de respuesta al rendimiento del capital y no solo se priorizan otras partes interesadas. Cuando estábamos en Japón, vimos continuamente a equipos directivos que se mostraban abiertos y dispuestos a participar en inglés. Desde el punto de vista de los accionistas, esto no era así en el pasado, desde luego.
En este sentido, ¿cuáles son algunos de los catalizadores que las empresas japonesas están aplicando?
Christian: Creo que el catalizador dominante es que la sociedad comprende que la demografía ha cambiado lentamente y, luego, rápidamente. Japón es una sociedad que envejece, en la que no será posible añadir más mano de obra.
Para financiar al gobierno, los pagos de la seguridad social y la sanidad, la economía japonesa necesita aumentar la rentabilidad de su base de capital. Y eso se manifiesta en aspectos como la inflación de la que hablaba Manda; se necesita un poco de dinamismo en la economía para facilitar la rentabilidad. Otro ejemplo es el esfuerzo de la Bolsa de Tokio en identificar a las empresas con un bajo rendimiento y ponerlas en evidencia para que se comporten mejor. Lo que impulsa estos esfuerzos es una necesidad subyacente de que la economía japonesa pueda mantener a su gente.
Gráfico 2: La población japonesa está disminuyendo y envejeciendo rápidamente

Fuentes: FactSet, WEO FMI - Perspectivas de la Economía Mundial, Oxford Economics. La página www.franklintempletondatasources.com contiene avisos y condiciones importantes sobre los proveedores de datos.
Haciendo memoria, Michael Price había dicho algo parecido sobre Europa cuando dirigía Franklin Mutual Series en los años ochenta y noventa. Las empresas no se estaban dirigiendo bien, no eran favorables a los accionistas, y él vio la oportunidad de meterse ahí y cambiar las cosas. ¿Ve un ambiente similar en Japón? Y, a continuación, ¿ve oportunidades para que Mutual Series participe más activamente en Japón?
Christian: Sin lugar a dudas, vemos más oportunidades para participar activamente. No obstante, participar exige una cierta sensibilidad hacia el mercado en el que se opera. Cuando Michael Price quiso invertir más en Europa hace años, trajo a gente de la región con experiencia que ayudase a facilitarlo. Ahora no tenemos previsto seguir el mismo enfoque, pero sí tenemos una sensibilidad cultural en lo que se refiere a intentar ser socios constructivos de las empresas japonesas en las que estamos invirtiendo.
Mandana: La participación activa es nuestra estrategia, por oposición al activismo. Y, en mi opinión, ese enfoque ha sido constructivo. Las empresas han sido más capaces de asumir riesgos ahora que en el pasado para impulsar motores de crecimiento potenciales para sus negocios. La oportunidad ha llegado.
Como ya hemos visto, Japón ha agotado a los inversores en el pasado esperando grandes cambios. ¿Qué le hace confiar en que esto es real?
Christian: Creo que lo más importante es que hay múltiples agentes de cambio, todos impulsando en una misma dirección, y eso es algo que no sucedía en el pasado. El gobierno está presionando, las bolsas de valores están presionando, los accionistas están presionando, y la inflación está creando una oportunidad de dinamismo. Y, entonces, cuando se combina con valoraciones que son significativamente diferentes a lo que eran hace diez o veinte años, hay una oportunidad.
Mandana: Creo que estas empresas también tienen una capa de gestión que es un poco más joven que antes. Hay un grupo directivo más joven dispuesto a hacer cambios.
Christian: Quizás los más jóvenes han crecido durante los años de deflación y con un enfoque más global en comparación a la generación anterior de directivos, que creció en tiempos de bonanza y que tenía una concepción del mundo muy centrada en Japón. Hubo toda una generación de directivos cuyas identidades se forjaron en los años ochenta, cuando Japón se consideraba la economía más importante en el mundo. Eso acabó cuando estalló la burbuja.
¿Cómo influye un posible fortalecimiento del yen en su opinión sobre las acciones japonesas?
Christian: En términos generales, como todo, intentamos no prestar atención a los movimientos a corto plazo y centrarnos en la imagen general. La imagen general es que los exportadores japoneses se han vuelto mucho más competitivos porque el yen se ha depreciado en la última década, por lo que es una gran ayuda para la actividad empresarial de Japón.
Hablemos brevemente sobre las posibles oportunidades de inversión. ¿En qué sectores estamos buscando oportunidades?
Christian: Estamos buscando de forma amplia. Algunas industrias están mejor representadas en la economía japonesa. Los bancos y las empresas comerciales son agentes financieros, y su éxito o fracaso depende de una mezcla de mercado local y mercados no japoneses. Y pueden brindar oportunidades interesantes.
Una empresa con enfoque nacional, como un minorista o una empresa de bienes de consumo, también puede ser atractiva. El mercado japonés no está creciendo. Ya hablamos de ello antes, pero los datos demográficos indican que, en Japón, los minoristas no van a vender dentro de diez años más zapatos de los que están vendiendo ahora. Por tanto, si eres una compañía orientada al consumidor, necesitas tener un camino que seguir, ya sea un «voy a vender mi mejor cerveza fuera de Japón» o un «voy a coger mi formato minorista de éxito y usarlo en otro mercado».
Como inversores, lo que buscamos son empresas poco costosas, infravaloradas, en donde veamos este tipo de oportunidades dinámicas, junto con equipos de gestión que estén dispuestos a colaborar con nosotros y a trabajar para intentar aprovechar esas oportunidades.
Mandana: Algunas de las ideas que hemos planteado sobre el mercado japonés en general y la oportunidad macroeconómica son aplicables a prácticamente cualquier empresa en Japón.
En ese sentido, China ha centrado la atención de muchos exportadores. ¿Existe alguna preocupación sobre lo que está sucediendo allí, tanto geopolítica como económicamente?
Mandana: Yo lo consideraría de dos formas. Está claro que, desde una perspectiva macro, una ralentización en el crecimiento de la economía china tendrá una amplia repercusión mundial, y Japón es un importante exportador a China.
En términos geopolíticos, Japón podría ser beneficiarse, ya que la gente busca diversificar las cadenas de suministro. Como los salarios han aumentado en China, se ha reducido bastante la gran brecha salarial que existía hace treinta años en Japón con respecto a China y algunos de sus otros países vecinos. Y Japón tiene una población muy formada. Durante mucho tiempo, la movilidad laboral ha sido un problema para Japón; si hay algún impulso para aumentarla, el país nipón podría ser uno de los beneficiarios de los fabricantes que busquen diversificarse fuera de China. Los inversores también se fijan en las cuestiones geopolíticas y tratan de diversificar fuera de China, y Japón claramente se beneficia también de esa tendencia.
¿CUÁLES SON LOS RIESGOS?
Todas las inversiones conllevan riesgos, incluida la posible pérdida de capital.
Los valores de renta variable están sujetos a variaciones en los precios y a una posible pérdida del capital.
Una estrategia, en la medida en que invierta en empresas que están en un país o región determinados, puede experimentar una mayor volatilidad que otra que está más geográficamente diversificada.
Las inversiones internacionales están sujetas a riesgos especiales, entre los que se incluyen el riesgo de fluctuaciones de divisas y de incertidumbre social, económica y política, los cuales podrían generar un aumento de la volatilidad. Estos riesgos son más acentuados en los mercados emergentes.
La gestión activa no garantiza las ganancias ni protege contra las caídas de los mercados.
