COLABORADORES

Matthew Moberg
Portfolio Manager,
Franklin Equity Group
United States
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«Nos esforzamos por vivir en la intersección en la que las nuevas ideas se pueden convertir en grandes inversiones a largo plazo». Esta cita sigue siendo tan relevante hoy como cuando la publicamos por primera vez en 2018. Me gusta porque dice algo complejo de manera sencilla. Apoya la gestión activa y también implica una ausencia.
Buscamos invertir en empresas que apliquen nuevas ideas que acaben generando grandes rendimientos a largo plazo. Sin embargo, en la otra cara de la misma moneda, nos parece igual de importante evitar las inversiones en tecnologías que están cambiando el mundo pero que no generarán un rendimiento significativo real a largo plazo. A menudo nos lo plantean en forma de pregunta, pero no en el marco que acabo de esbozar. En cambio, nos preguntan cosas como: «¿Qué opina de la impresión en 3D?» o «¿Qué opina de Linux?» o «¿O de las finanzas descentralizadas?». También está la pregunta más últimamente: «¿Qué opina de las cadenas de bloques?». Cuando intento explicar que pueden ser tecnologías maravillosas, pero que quizá no sean buenas inversiones,1 creo que la respuesta decepciona un poco a quien pregunta.
Aquí trazamos una analogía histórica de la contenedorización intermodal y la comparamos con otra tecnología que creemos que podría cambiar el mundo pero que quizá no sea una gran inversión: las cadenas de bloques. Hemos elegido estas dos innovaciones porque son probablemente los ejemplos más impactantes de este fenómeno en los siglos XX y XXI (hasta la fecha). Por supuesto, cuando se habla de futuro, se aplican todas las advertencias. Siempre estamos abiertos a nuevas ideas y a la actualización de ideas anteriores en respuesta a pruebas nuevas. Somos humildes. No somos dogmáticos. Somos racionales. Al escribir este artículo, esperamos satisfacer a algunos de los que, a lo largo de los años, se han sentido un poco confusos por nuestra falta de entusiasmo ante algunas de las tecnologías más populares en la prensa.
Es importante identificar estas tecnologías y su potencial de monetización. Cuando se invierte en innovación, es importante fracasar rápido. Es cierto que lo que poseemos impulsa el rendimiento de la inversión más que lo que no poseemos; sin embargo, también es importante seguir hacia adelante y evitar los elementos llamativos que encontramos en el camino, que pueden ser tentadores pero, en última instancia, no aportar valor. La historia de las tecnologías disruptivas nos enseña que las grandes ideas tardan tiempo en encontrar su modelo de negocio de impacto y, a veces, la aplicación estrella nunca llega. También es habitual que el desajuste entre sentimiento y monetización pueda ser amplio. Sin embargo, la historia también demuestra una y otra vez que la innovación es perenne y seguirá transformando nuestra sociedad y nuestra economía.
Esperamos que disfrute del artículo.
Puntos clave
- Las tecnologías disruptivas siguen un ciclo de moda, que recuerda que las ideas que cambian el mundo necesitan tiempo para materializar su modelo de negocio de impacto.
- La innovación de los contenedores marítimos revolucionó el comercio mundial gracias a su sencilla eficacia operativa. El enorme descenso de los costes del transporte marítimo provocado por la contenedorización, aunque perturbador para el sector, benefició al mundo entero.
- La contenedorización muestra cómo una nueva idea puede crear un valor significativo para la sociedad (reduciendo las fricciones del comercio mundial) aunque no haya una inversión duradera y exclusiva en innovaciones de contenedores.
- Las cadenas de bloques pueden cambiar el mundo, pero la tecnología no ha proporcionado oportunidades de inversión acordes con su impacto, como demostró la historia con la contenedorización.
Lea el artículo completo para obtener más información.
Nota
- En el contexto de este artículo, solo analizamos oportunidades de inversión dentro de nuestra clase de activos de acciones cotizadas. Consideramos que las criptodivisas, los tókenes de las cadenas de bloques y otros activos digitales son una clase de activos totalmente independiente que Franklin Templeton ha denominado «alternativas de riesgo fronterizo». La idoneidad de la inversión y el análisis del valor de las alternativas de riesgo fronterizo quedan fuera del ámbito de este artículo.
¿CUÁLES SON LOS RIESGOS?
Todas las inversiones conllevan riesgos, incluida la posible pérdida de capital.
Los valores de renta variable están sujetos a variaciones en los precios y a una posible pérdida del capital.
La inversión en sectores de rápido crecimiento, entre los que se encuentra el tecnológico (que históricamente ha sido volátil), podría dar lugar a un aumento en la fluctuación de los precios, especialmente a corto plazo, debido al rápido ritmo de los cambios y al desarrollo de productos, así como a los cambios en la normativa estatal que se aplica a las empresas que ponen de relieve el progreso científico o tecnológico o la aprobación normativa para la comercialización de nuevos fármacos y productos médicos.
Los activos digitales están sujetos a riesgos relacionados con la tecnología inmadura y en rápido desarrollo, las vulnerabilidades de seguridad de esta tecnología, el riesgo crediticio de los intercambios de activos digitales, la incertidumbre normativa, la alta volatilidad en su valor o precio, la aceptación poco clara por parte de los usuarios y mercados mundiales, además de la manipulación o el fraude.
Las inversiones en criptomonedas y cadenas de bloques están sujetas a varios riesgos, entre los que se incluyen la incapacidad para desarrollar aplicaciones de activos digitales o aprovechar estas aplicaciones; el robo, pérdida o destrucción de claves criptográficas; la posibilidad de que las tecnologías de activos digitales nunca se puedan aplicar por completo; riesgos de ciberseguridad; reclamaciones de propiedad intelectual conflictiva y normativas incoherentes y cambiantes.
La gestión activa no garantiza las ganancias ni protege contra las caídas de los mercados.
Las opiniones tienen por único objeto ofrecer información acerca del proceso de análisis de valores. Los precios de las acciones experimentan fluctuaciones, a veces rápidas y drásticas, debido a factores que afectan a empresas concretas, industrias o sectores específicos, o condiciones generales de mercado. Este documento no es un análisis completo de cada hecho relevante en relación con un sector, un valor o una inversión y no debe interpretarse como una recomendación de inversión. Trata de ofrecer una perspectiva del proceso de selección y análisis de carteras. Las declaraciones basadas en hechos se extraen de fuentes que se consideran fiables, pero no se ha comprobado de forma independiente su integridad o precisión. Estas opiniones no deben considerarse un asesoramiento de inversión ni una oferta de un valor en particular.
Las empresas y los estudios de casos a los que se hace referencia en este artículo se utilizan únicamente con fines ilustrativos; cualquier inversión podría formar parte o no de una cartera que cuente con el asesoramiento de Franklin Templeton. La información facilitada en este artículo no constituye una recomendación ni un asesoramiento individual de inversión para un valor, una estrategia o un producto de inversión determinado, ni una evidencia de la intención de negociación de ninguna cartera gestionada por Franklin Templeton. La rentabilidad pasada no garantiza rentabilidades futuras.
