Resumen:
- En nuestra opinión, los factores cíclicos que han apoyado al dólar estadounidense se están erosionando, mientras que los factores estructurales siguen siendo un reto.
- Durante la pandemia y las secuelas de esta, los mercados emergentes en general han mostrado determinación y sólidas respuestas políticas, mejorando sus fundamentos económicos.
- Más allá de los mercados emergentes, creemos que un cambio radical en Japón sigue siendo una perspectiva interesante.
- Por lo tanto, creemos que hay una serie de opciones atractivas a escala mundial para diversificarse (y alejarse del debilitado dólar estadounidense).
- Persisten los riesgos para nuestras perspectivas, como la volatilidad de las divisas y la posibilidad de que se produzcan perturbaciones financieras o acontecimientos geopolíticos.
El dólar estadounidense: sin perspectivas halagüeñas
En nuestra opinión, los máximos alcanzados por el dólar estadounidense en 2022 representan el punto álgido del ciclo actual. Las divisas muestran volatilidad y retrocesos episódicos incluso durante el transcurso de un ciclo, por lo que ―aunque en lo que va de 2023 el dólar se ha movido lateralmente, en general― nuestra opinión sigue siendo que están disminuyendo los apoyos cíclicos a la fortaleza del dólar.
La demostración de la valía de los mercados emergentes
Aunque ha habido diferencias cíclicas entre las regiones, la inflación ha alcanzado por lo general su punto máximo, y los ciclos de los tipos de interés le siguen. En América Latina, la inflación se disparó en general antes que en otras regiones, pero los responsables políticos reaccionaron con rapidez, de modo que en varios países la inflación se ha estabilizado o ha pasado a una tendencia a la baja, y ya hemos visto cómo algunos bancos centrales de la región han empezado a reducir los tipos de interés.
Japón: en plena transformación
El entorno económico de Japón está cambiando significativamente en comparación con las dos últimas décadas. El entorno de crecimiento lento e inflación muy baja que había caracterizado al país ha dado paso ahora a un crecimiento y una inflación más sostenidos.
¿CUÁLES SON LOS RIESGOS?
Todas las inversiones conllevan riesgos, incluida la posible pérdida de capital. El valor de las inversiones puede tanto subir como bajar y los inversores podrían no recuperar todo el capital invertido. Los precios de las acciones experimentan fluctuaciones, a veces rápidas y drásticas, debido a factores que afectan a empresas concretas, industrias o sectores específicos, o condiciones generales de mercado. La inversión en títulos extranjeros conlleva riesgos especiales, entre ellos el riesgo de fluctuaciones cambiarias, de inestabilidad económica y de acontecimientos políticos adversos. Las inversiones en mercados emergentes, de los cuales los mercados fronterizos constituyen un subgrupo, implican riesgos más altos relacionados con los mismos factores, aparte de los asociados a su tamaño relativamente más pequeño, su menor liquidez y la falta de estructuras jurídicas, políticas, empresariales y sociales consolidadas para respaldar los mercados de valores. Debido a que estas estructuras suelen estar incluso menos desarrolladas en mercados fronterizos, así como a otros factores, entre ellos el mayor potencial de sufrir una volatilidad de precios extrema, la falta de liquidez, barreras al comercio y controles de cambio, los riesgos asociados a mercados emergentes se ven acentuados en mercados fronterizos. En la medida en que una estrategia se concentre en países, regiones, industrias, sectores o tipos de inversión específicos en cada momento, puede estar expuesta a riesgos mayores por sucesos adversos acaecidos en esas áreas concretas en comparación con otra estrategia que invierta en una variedad más amplia de países, regiones, industrias, sectores o inversiones.
