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Prólogo

En nuestra publicación «Olas de aguas profundas»1, señalamos varios factores potentes, conectados y de larga duración que tendrán un efecto significativo en la rentabilidad de las inversiones a lo largo de las próximas décadas. Uno de ellos es la ola de deuda, impulsada por una combinación de presiones económicas, geopolíticas y demográficas. Observamos que la ola de deuda se encuentra en un pico histórico en cuanto al valor en dólares estadounidenses de la deuda en circulación y parece que seguirá creciendo. Esta situación era sostenible con una inflación baja y abundante liquidez. Ambos factores se han invertido, lo cual ha intensificado la urgencia de obtener capital. En consecuencia, la visión tradicional sobre responsabilidad fiscal parece haberse desplazado del principal debate político y sobre políticas económicas hacia los márgenes. Dadas las distintas tendencias seculares existentes, esta «ola» podría crecer en profundidad y amplitud. Este proceso provoca un aumento de la polarización estructural entre aquellos países que pueden continuar emitiendo deuda y refinanciando con facilidad y aquellos que no pueden hacerlo.

Este documento se centra en la deuda de los hogares y las empresas, en la evaluación de la «calidad» de las inversiones y las implicaciones de una inflación y unos tipos de interés elevados para el riesgo y la rentabilidad de las inversiones.

Resumen ejecutivo

  • Las condiciones financieras mundiales han cambiado rápidamente, pasando de un régimen de tipos de interés bajos a uno de tipos altos. Esto parece ser un hecho estructural. Es importante señalar que los elevados coeficientes de deuda/PIB y los altos tipos de interés son ahora el punto de partida para la próxima década. Aunque se prevén bajadas de tipos a lo largo del próximo año, es probable que los tipos de interés sigan siendo más altos que en la última década. Los (elevados) niveles de endeudamiento existentes agravan el reto.
  • La deuda en USD fuera del balance de las entidades no bancarias fuera de EE. UU. supera sustancialmente su deuda en el balance y ha crecido más rápidamente. Estos pasivos contingentes tienen el potencial de desencadenar un choque de liquidez, lo que implica la necesidad de una regulación bancaria estricta. Las evaluaciones de riesgo se ampliarían para incluir seguros, pagos de pensiones, sistemas de garantía y pasivos contingentes.
  • Es probable que las reestructuraciones de deuda sean cada vez más frecuentes. Las empresas también pueden reducir su apalancamiento, y eso podría lastrar el crecimiento económico, lo que requeriría la intervención del gobierno. Esto significa que el desapalancamiento de la deuda privada lleva a un aumento de la deuda pública.
  • La sostenibilidad de la deuda es aún más importante que antes. Las empresas necesitan ganar dinero a un ritmo más rápido que su coste de endeudamiento para seguir siendo sostenibles. Nuestra evaluación del crecimiento de los beneficios y del coste de la deuda de una selección de países muestra que Italia, Australia y el Reino Unido tienen una tasa de crecimiento de los beneficios más lenta que la del coste de la deuda2. Los inversores deben ser aún más selectivos en sus inversiones en estos países.
  • La recalibración de la cadena de suministro para diversificar y evitar la dependencia de China es costosa y podría provocar más préstamos con el objetivo de financiar los gastos de capital. En teoría, el coste de esta deuda debe ser inferior a la tasa de crecimiento de los beneficios, pero el entorno actual sugiere que esto será un reto importante. Existe un vínculo directo con la deuda soberana, ya que el coste de endeudamiento de las empresas depende indirectamente de la calificación crediticia del país.
  • Tradicionalmente, los bancos minoristas consideran las hipotecas como un producto «básico» que facilita las oportunidades de venta cruzada. En algunos países, como Canadá y Australia, la deuda de los hogares es la categoría más importante de la cartera de préstamos. Medimos la vulnerabilidad de los hogares en función de múltiples parámetros, como los tipos hipotecarios, la proporción de hipotecas a tipo variable, el ratio de servicio de la deuda, el coste y la asequibilidad de la vivienda, y el crecimiento del salario real. Nuestra evaluación muestra que los hogares son más vulnerables en Australia y Canadá en comparación con los países seleccionados3.
  • Normalmente, las inversiones privadas florecen durante las desaceleraciones económicas. Las empresas privadas parecen evitar cada vez más las ofertas públicas, lo que reduce el flujo de oportunidades de salida de la renta variable privada y repercute en el capital riesgo, a la vez que hace que el mercado secundario parezca atractivo. Los activos en dificultades y el crédito privado pueden parecer más atractivos y ofrecer más oportunidades de inversión, pero implican una evaluación especializada del riesgo. La gestión activa de las inversiones, junto con el control de la calidad de la deuda de las empresas y de la documentación y los pactos, es cada vez más crucial y diferenciadora cuando los costes del servicio de la deuda siguen siendo elevados. Además, esto se acentúa en el caso de los países de renta media y baja. Asimismo, en renta fija, hay oportunidades en bonos asiáticos, los de alto rendimiento y los préstamos apalancados que ofrecen mayores rendimientos. Adicionalmente, tienen una duración menor.


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