COLABORADORES

Stephen Dover, CFA
Chief Market Strategist,
Head of Franklin Templeton Institute
Existe una desconexión entre el mensaje de la Reserva Federal sobre una pausa en la subida de los tipos de interés este año y las expectativas del mercado con respecto a la reducción de tipos. Stephen Dover, director del Franklin Templeton Institute, comparte las opiniones de los responsables de inversión de la empresa sobre la trayectoria probable de los tipos de interés y cómo los inversores pueden posicionarse mejor en este panorama incierto.
Hay una gran desconexión entre el mensaje de la Reserva Federal (Fed) y lo que el mercado de futuros está valorando para la evolución probable de los tipos de interés. ¿Cómo se reducirá la brecha? ¿Cómo deben posicionarse los inversores ante estos posibles escenarios? En una conversación con Mark Lindbloom, gestor de carteras de Western Asset Management; Rick Klein, director de estrategias cuantitativas y multisector de Franklin Templeton Fixed Income, y Bill Zox, gestor de carteras de alto rendimiento de Brandywine Global, busqué respuestas sobre los factores determinantes y el impacto de la futura trayectoria de los tipos de interés en los mercados de renta fija. A continuación se exponen las principales conclusiones del debate:
- El mercado y la Fed tienen opiniones divergentes sobre cuándo se reducirán los tipos. El mercado de futuros prevé un rápido descenso de los tipos a partir de junio, con recortes de 50 puntos básicos (pb) en 2023 y de 150 pb en 2024, hasta alcanzar el 3,25 % a finales de 2024.1 La Reserva Federal ha dicho que no bajará los tipos en 2023 y los diagramas de puntos sugieren que los tipos alcanzarán un máximo del 5,25 % y se desvanecerán hasta el 4,25 % a finales de 2024.
- Nuestros panelistas creen que tras la última subida de los tipos de 25 puntos básicos en mayo hasta el 5,25 %, la Fed pausará cualquier cambio de tipos hasta 2023 y empezará a recortar en 2024.
- Los diferenciales actuales de los tipos de interés en los mercados de renta fija sugieren que, o bien la inflación cae rápidamente, o bien la Reserva Federal flexibiliza rápidamente la política monetaria en respuesta a un «aterrizaje forzoso».
- La volatilidad alcanzó niveles récord en el primer trimestre y es probable que siga siendo elevada. Esto creará oportunidades para los gestores activos.
- Nuestros gestores de cartera sugieren centrarse en la calidad, acortar ligeramente la duración e inclinarse por el crédito con grado de inversión.
- Dentro de este tema de la calidad, también se presentan oportunidades en los valores respaldados por hipotecas, los bonos municipales de larga duración y los bonos de alto rendimiento y corta duración.
- La deuda de alto rendimiento puede utilizarse como sustituto de la exposición a la renta variable, ya que la protección añadida de unos rendimientos iniciales más elevados en un entorno económico en desaceleración ofrece un mejor perfil de riesgo/remuneración.
Lograr una asignación óptima de las carteras en el panorama actual exige mantener una postura ágil y táctica, dada la amplia gama de posibles resultados económicos. La incertidumbre está brindando oportunidades para captar rendimientos y diferenciales en todos los mercados de renta fija a lo que consideramos valoraciones atractivas.

Stephen Dover, CFA
Chief Market Strategist,
Franklin Templeton Institute
1. Fuente: CME Group, con el análisis del Franklin Templeton Institute.
¿Cuáles son los riesgos?
Todas las inversiones conllevan riesgos, incluida la posible pérdida de capital. El valor de las inversiones puede tanto subir como bajar y los inversores podrían no recuperar todo el capital invertido.
Los precios de las acciones experimentan fluctuaciones, a veces rápidas y drásticas, debido a factores que afectan a empresas concretas, industrias o sectores específicos, o condiciones generales de mercado.
Los precios de los bonos generalmente varían en sentido opuesto a los tipos de interés. Las inversiones en bonos con una calificación menor conllevan mayores riesgos de incumplimiento y pérdida de capital. Por lo tanto, la cartera puede verse depreciada durante el proceso en que los bonos mantenidos en ella ajustan sus precios al aumento de los tipos de interés. Las variaciones de la calificación crediticia de un bono o de la calificación crediticia o solvencia financiera del garante, asegurador o emisor del bono pueden afectar a su valor. El alto rendimiento refleja el mayor riesgo crediticio asociado a estos valores de calificación inferior y, en algunos casos, los menores precios de mercado de estos instrumentos.
