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Algunos comparan el riesgo del high yield con la renta variable, mientras que otros lo asemejan a la renta fija central. Un análisis de la rentabilidad muestra que el high yield (HY) a menudo tiene una capacidad de resistencia y un potencial de rentabilidad ajustada al riesgo propios.

Gráfico 1. Crecimiento de 1 dólar: Comparación de la rentabilidad del high yield estadounidense

USD. Del 31 de diciembre de 2021 al 30 de junio de 2024

Fuentes: Bloomberg (© Bloomberg Finance LP), FTSE Russell, ICE BofA. Análisis de Brandywine Global. Los índices no están gestionados y no se puede invertir directamente en ellos. No incluyen comisiones, costes ni gastos de venta. La rentabilidad histórica no es un indicador ni una garantía de resultados futuros.

Imagine que es el primer día de 2022. Le digo que durante los próximos dos años y medio, hasta el 30 de junio de 2024, el Russell 2000 Index de acciones estadounidenses de pequeña capitalización va a caer un 5,4 % y el Bloomberg US Aggregate Bond Index (el «Índice agregado de EE. UU.») va a descender un 8,9 % en rentabilidad total. Sabiendo esto, ahora tiene que pronosticar lo que sucederá con el mercado del high yield estadounidense durante el mismo período de tiempo, medido por el ICE BofA US High Yield Index (el «Índice high yield»). ¿Cuál habría sido su previsión? Probablemente no un 3,4 % positivo, que fue el resultado real. Por supuesto, no podemos permitirnos el lujo de saber por adelantado cuál va a ser la rentabilidad de otros activos de riesgo. No obstante, la rentabilidad superior del high yield resulta sorprendente. ¿Cómo pudo ser?

No se debió a la valoración inicial, ya que el diferencial del índice high yield era de 310 puntos básicos (pb), el rendimiento mínimo era del 4,3 % y el precio en dólares superaba los 103 centavos de dólar. Dos años y medio después, esos indicadores eran de 321 pb, 7,9 %, y algo menos de 93 centavos de dólar, respectivamente. En cambio, la respuesta está en la resiliencia de la clase de activos del high yield debido a su menor duración y a unos tipos de interés declarados más elevados que la mayor parte de la renta fija.

La duración del índice high yield se situaba en torno a 4 años a principios de 2022. El mercado se reajustó considerablemente en la primera mitad de 2022, ya que los tipos de interés básicos aumentaron con fuerza y los inversores pronosticaron altas probabilidades de recesión. En rentabilidad total de ese semestre, el Índice high yield descendió un 14 %, el Russell 2000 bajó más de un 23 % y el Índice agregado de bonos de EE. UU. se dejó más de un 10 %. A mediados de 2022, el diferencial del Índice high yield se acercaba a los 600 pb, el rendimiento mínimo era de casi un 9 % y el precio en dólares era inferior a 86 centavos de dólar. Durante los dos años transcurridos desde el 30 de junio de 2022, el Índice high yield fue positivo en un 20,2 %, el Russell 2000 fue positivo en un 23,5 % y el Índice agregado fue positivo en un 1,7 %.

Como suele ocurrir, el precio del mercado del high yield se ajustó rápidamente a la nueva información. La baja duración supuso entonces que se podía reinvertir una cantidad sustancial de efectivo ―pagos de intereses, demandas, licitaciones, vencimientos― a los nuevos rendimientos más atractivos. Al Russell 2000 le fue mejor que al Índice high yield durante los dos años a partir del 30 de junio de 2022, pero no bastó para compensar la mayor caída de la primera mitad de 2022. El Índice agregado fue ligeramente positivo durante ese periodo de dos años hasta el 30 de junio de 2024, pero se resintió por los menores pagos de intereses y por una duración inicial mucho mayor. Aunque el Índice high yield se benefició claramente de un entorno de crédito favorable, la capacidad de resistencia del índice también ha quedado demostrada en ciclos crediticios graves.

En las primeras semanas del tercer trimestre de 2024, el Russell 2000 ha recuperado más de la mitad de su rentabilidad inferior con respecto al Índice high yield. Pero el Índice high yield también se ha comportado bien, ya que el aumento del valor del mercado de renta variable estadounidense respalda la calidad crediticia y el acceso al capital en el mercado del high yield. Algunos perciben el riesgo del high yield como el de la renta variable, otros más como el de la renta fija central. Creemos que la realidad, como hemos visto en este período, es que el Índice high yield es especialmente resistente, generando a menudo unas rentabilidades ajustadas al riesgo convincentes en comparación con las acciones o la renta fija central a lo largo del tiempo.



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