Reflexión: Elecciones de 2024

Algunas de estas elecciones se pueden calificar como «libres y justas», lo que significa que los ciudadanos pueden presentarse a las elecciones y hacer campaña de forma justa, permitiendo a los votantes elegir a su candidato preferido en igualdad de condiciones. En los países autoritarios, como Rusia y Venezuela, los ciudadanos pueden votar, pero el debate no es ni libre ni justo, ya que los líderes de la oposición están en prisión y tanto la libertad para hacer campaña como la libertad de expresión y asociación se ven duramente restringidas. Finalmente, tenemos una tercera clasificación, las democracias híbridas, que son democracias operativas pero que presentan debilidades en sus sistemas electorales y en su gobierno.

La previsibilidad de los resultados de las elecciones

Los resultados de algunas elecciones se pueden predecir porque se desarrollan en países autoritarios; sin embargo, otras se pueden predecir porque uno de los contendientes tiene una gran ventaja con respecto a una oposición débil y fragmentada.

No obstante, los inversores se centrarán en las elecciones que tengan lugar en los países más relevantes para sus carteras de inversión y en aquellos países en las que un resultado de las elecciones binario tiene el potencial de generar pérdidas o beneficios de inversión, dependiendo de la evaluación de los mercados de capital de las perspectivas económicas futuras del país.

En el gráfico 2, hemos subrayado en azul los territorios en los que nuestros clientes tienen más interés por motivos de inversión. En India tendrán lugar las elecciones más voluminosas en términos de número de votantes y serán las que más tiempo durarán, que serán meses, mientras que en Indonesia tendrán lugar las mayores elecciones llevadas a cabo en un solo día. En la mayor economía del mundo, las elecciones presidenciales de EE. UU. que tendrán lugar en noviembre son muy importantes, debido al impacto mundial que podría tener el próximo presidente.

En Taiwán, las recientes elecciones dieron como resultado un presidente del Partido Progresista Democrático, pero una legislatura dominada por los partidos de la oposición Kuomintang y el Partido Popular de Taiwán. Si ningún partido consigue la mayoría, el presidente William Lai tendrá que negociar con los partidos de la oposición para poder ejecutar las políticas. Las dos políticas más destacadas de su campaña son el abandono progresivo de la energía nuclear (con un decidido impulso a la energía solar y eólica) y la prolongación del servicio militar de cuatro meses a un año completo para los jóvenes taiwaneses. Los inversores ya han hecho subir las valoraciones de las empresas relacionadas con la energía eólica en la Bolsa de Taiwán y anticiparán una campaña continua para que Taiwán abra el acceso a más mercados de exportación de todo el mundo.

Implicaciones para la inversión de otras elecciones

Indonesia: El 14 de febrero, aproximadamente 205 millones de votantes¹ elegirán al siguiente presidente y a los representantes de la legislatura (en Indonesia, los miembros en activo de las fuerzas armadas y de la policía no tienen derecho a voto). Los sondeos indican que el exgeneral Prabowo Subianto va en cabeza con una diferencia de 20 puntos, pero podría no alcanzar el umbral del 50 %, lo que desencadenaría una segunda vuelta contra Anies Baswedan (exgobernador de Yakarta) o Ganjar Pranowo (exgobernador de Java Central). Es difícil predecir quién ganará, ya que más del 60 %² de los posibles votantes tienen menos de 40 años, lo que significa que el cambio climático, la educación, la corrupción y el empleo son factores clave. Para los inversores, parece probable que Indonesia siga equilibrando las relaciones con China y con Estados Unidos, al tiempo que mantiene una posición adecuada para construir una posición clave en la nueva arquitectura de las cadenas de suministro mundiales, en torno a sus recursos minerales fundamentales. La variación clave parece ser el grado de proteccionismo en torno al sector de los recursos naturales, que dependerá del candidato ganador.

India: Cerca de 945 millones de votantes³ registrados en India tendrán la oportunidad de elegir a sus representantes en el Lok Sabah. Los últimos sondeos sugieren que la popularidad personal del primer ministro Narendra Modi le llevará de nuevo al poder en las próximas elecciones, aunque es posible que su partido tenga una mayoría reducida en el Parlamento. La oposición ha formado una coalición de 26 partidos bajo el acrónimo INDIA, pero carecen de un líder unificador para hacer frente a Modi. Se espera que este tercer mandato de un gobierno liderado por el partido Bharatiya Janata siga impulsando la agenda «Make in India», mientras que la inversión en infraestructuras es una necesidad. Es probable que India siga bloqueando la inversión china en vehículos eléctricos y que prefiera subvencionar la producción nacional. El presupuesto para 2024 mostrará un aumento de los ingresos fiscales y los inversores prevén una reducción de los tipos de interés tras las elecciones. Se pueden producir algunos avances con la aplicación de nuevas leyes sobre el empleo, que podrían atraer la inversión extranjera directa. Los inversores internacionales tienen grandes expectativas. La ejecución de las políticas después de las elecciones es fundamental.

Unión Europea (UE): En junio, cerca de 450 millones de ciudadanos⁴ de los 27 estados miembros de la UE asistirán a las elecciones para el Parlamento Europeo. Históricamente, ha estado dominado por los partidos de centro: el Partido Popular Europeo (PPE) y los Socialistas y Demócratas (S&D). Esta vez, los sondeos sugieren que la UE mirará más hacia la derecha. Algunos pueden pensar que esto supone un problema, pero la realidad es que depende mucho de la composición de esa derecha. Los Conservadores y Reformistas Europeos (CRE) son un grupo moderado con una ideología contraria a Rusia y a la inmigración, que rechaza una UE federal, pero que trabaja con los partidos de centro. El grupo Identidad y Democracia (ID), de reciente creación y en ascenso (que incluye a la Lega italiana, la Agrupación Nacional francesa y la AfD alemana), simpatiza más con Rusia y se muestra más escéptico con Bruselas, por lo que es menos probable que sea constructivo en la formulación de políticas. En cualquier caso, los inversores deberían esperar una mayor alineación con Estados Unidos en China, con posibles mayores restricciones a la inversión interna, un impulso continuado para la «transición verde» y una mayor atención al control de fronteras y la defensa, lo que llevaría a una mayor alineación con la OTAN.

Reino Unido: Aunque el gobierno tiene hasta enero de 2025 para convocar elecciones, la mayoría de los analistas esperan que las elecciones tengan lugar en noviembre o diciembre de 2024. Los sondeos sugieren que tras 13 años, el Partido Conservador pierde por unos 20 puntos, lo que sugiere que se avecina un cambio. Probablemente, un gobierno laborista desencadenaría relaciones más productivas con la UE, aunque no hay indicios de que el Brexit se vaya a revertir. Para los inversores, la cuestión sigue siendo calcular los indudables atractivos de Reino Unido, entre los que se incluyen las bajas valoraciones del mercado, con un reto relacionado con la productividad en un momento en que las finanzas públicas están limitadas y las perspectivas económicas son difíciles.

Estados Unidos: Es difícil exagerar la importancia que tienen las elecciones presidenciales a nivel mundial. El sistema bipartito produce resultados binarios, pero la experiencia demuestra que las mayorías en el Congreso y en el Senado son esenciales para que cualquier presidente pueda ejecutar su agenda. A partir de la información disponible, los inversores pueden esperar políticas para impulsar la fabricación estadounidense y la deslocalización según el Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (USMCA), obstáculos continuos al comercio con China y una reticencia a comprometerse a intervenir directamente en guerras extranjeras. Parece que un presidente republicano podría forzar una mayor cooperación entre Reino Unido y la UE y un movimiento de los países asiáticos para cubrir su posición con respecto a China.

Entre los riesgos se incluyen la IA y la desinformación electoral

Tal vez sea un mal augurio que este año récord de elecciones en todo el mundo sea también el primero en el que herramientas de inteligencia artificial generativa (IA) como Chat GPT y Midjourney están ampliamente disponibles, así como la tecnología para hacer «deepfakes», en los que se puede clonar de manera digital a personas destacadas para su uso en vídeos realistas. Las implicaciones para las campañas electorales son extremadamente preocupantes, ya que estas nuevas tecnologías podrían multiplicar e intensificar los intentos de difundir información errónea para influir en los resultados electorales.

La amenaza de la desinformación como arma y las tensiones geopolíticas ya existentes sugieren que sería prudente mantenerse bien informado sobre los temas, la dinámica de cada elección y las posibles implicaciones para la dirección de las políticas. En Franklin Templeton Institute podemos ayudar.