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Resumen ejecutivo
- En EE. UU., prevemos que la inflación se sitúe muy por debajo de los objetivos de la Reserva Federal (Fed) a finales de 2024, lo que se traducirá en una mayor relajación de la Fed de la que se prevé actualmente.
- En Europa, una leve contracción del crecimiento y nuevos descensos de la inflación subyacente deberían permitir al Banco Central Europeo relajar su política en el segundo trimestre de 2024.
- En el Reino Unido, los riesgos a la baja para el crecimiento respaldan nuestra opinión de que el mercado sigue subestimando el grado de recortes de tipos que probablemente aplicará el Banco de Inglaterra.
- En China, mantenemos nuestra opinión de que la moderación del crecimiento y la inflación deberían mantener los tipos de interés chinos en los bajos niveles actuales durante más tiempo.
El crecimiento mundial sigue a la baja, liderado por Europa, el Reino Unido y China. En EE. UU., prevemos que el crecimiento se ralentizará aún más, pero evitará una recesión. En cuanto a la inflación, la menor demanda de manufacturas y servicios en varios países y las presiones deflacionistas en China están aliviando las presiones sobre los precios a escala mundial. Estas tendencias, unidas a los efectos acumulados del endurecimiento monetario de los principales bancos centrales, deberían frenar aún más el crecimiento económico y la inflación mundiales, lo que, a su vez, debería traducirse en una bajada de los rendimientos de la deuda pública de los mercados desarrollados y en un ligero debilitamiento del dólar estadounidense. Este contexto macroeconómico favorece a los mercados emergentes, especialmente en América Latina, que esperamos que obtendrán mejores resultados. Otros sectores de diferenciales, como la alta rentabilidad, los préstamos bancarios y determinadas áreas del espacio de valores respaldados por hipotecas ofrecen un rendimiento atractivo, pero reconocemos su vulnerabilidad a los cambios imprevistos en la política de los bancos centrales, el sentimiento macroeconómico y los acontecimientos geopolíticos imprevistos. La preocupación por un entorno de tipos «más altos durante más tiempo» ―impulsada por factores como un crecimiento más fuerte de lo previsto en EE. UU., un aumento de la oferta de títulos del Tesoro de EE. UU. para cubrir un déficit fiscal creciente y una inflación que se mantiene por encima de los objetivos de los respectivos bancos centrales― puede provocar periodos de mayor volatilidad en los mercados.
Temas tratados en la publicación completa:
- Factores clave
- EE. UU.: La desaceleración de la inflación debería impulsar una mayor relajación de la Fed
- China: El apoyo sigue siendo necesario, pero no hay grandes cambios
- Europa: La desinflación avanza a buen ritmo
- Tipos de los mercados mundiales: Valor relativo por región
- Valor relativo por sector
Definiciones:
Los valores respaldados por hipotecas son un tipo de valores respaldados por activos cuya garantía es una hipoteca o un conjunto de hipotecas.
El término «deflación» se refiere a una disminución constante en el nivel de los precios al consumo o un aumento constante en el poder adquisitivo del dinero.
La desinflación es una ralentización temporal del ritmo de inflación de los precios y se emplea para describir los casos en que la tasa de inflación se ha reducido de manera marginal a corto plazo.
¿CUÁLES SON LOS RIESGOS?
La rentabilidad pasada no es garantía de la rentabilidad futura. Todas las inversiones conllevan riesgos, incluida la posible pérdida de capital. Tenga en cuenta que los inversores no pueden invertir directamente en un índice. La rentabilidad de los índices no gestionados no refleja las comisiones, los costes ni los gastos de venta.
Los valores de renta variable están sujetos a variaciones en los precios y a una posible pérdida del capital. Los valores de renta fija conllevan riesgos de tipo de interés, crédito, inflación y reinversión, así como una posible pérdida del capital. A medida que los tipos de interés aumentan, el valor de los títulos de renta fija disminuye. Las inversiones internacionales están sujetas a riesgos especiales, entre los que se incluyen el riesgo de fluctuaciones cambiarias y de incertidumbre social, económica y política, los cuales podrían generar un aumento de la volatilidad. Estos riesgos son más acentuados en los mercados emergentes. Los instrumentos derivados pueden carecer de liquidez, aumentar de manera desproporcionada las pérdidas y tener una repercusión potencialmente grande en el desempeño. El riesgo de liquidez existe cuando los valores u otras inversiones resultan más difíciles de vender, o incluso imposibles de vender, al precio al que fueron valorados. Los bonos de alto rendimiento de calificación baja están sujetos a una volatilidad de precios, una falta de liquidez y una posibilidad de impago mayores. Las materias primas y las divisas acarrean un mayor riesgo, que abarca las condiciones del mercado, políticas, normativas y naturales, y pueden no ser adecuadas para todos los inversores.
El Tesoro de EE. UU. está formado por obligaciones de deuda directa emitidas y respaldadas por la solvencia y el crédito del gobierno estadounidense. El gobierno de EE. UU. garantiza los pagos de principal e intereses ligados al Tesoro estadounidense si se mantienen los valores hasta su vencimiento. A diferencia de los valores del Tesoro de EE. UU., los valores de deuda emitidos por agencias y organismos federales, así como las inversiones relacionadas, pueden estar o no respaldados por la solvencia y el crédito del gobierno estadounidense. Si bien el gobierno estadounidense garantiza los pagos de principal e intereses correspondientes a los valores, dicha garantía no se aplica a las pérdidas derivadas del descenso del valor de mercado de dichos valores.
