COLABORADORES

Ramsé Gutiérrez
Senior Vice President
Co-Head of Investments
Mexico Fixed Income
Local Asset Management
Las tasas actuales de los bonos se encuentran en niveles históricamente atractivos.
Para muestra un botón: la tasa del bono gubernamental de 10 años (M10) posiciona a enero de 2024 como el 7.º mes con tasas más altas desde que se emite este instrumento.
Sin embargo, este atractivo va en contrasentido con la baja de tasas que inició Banxico en marzo de 2024. A diferencia de otros ciclos de política monetaria, las tasas en México han mostrado un comportamiento errático. Los inversionistas han anticipado en dos ocasiones que las tasas de largo plazo disminuirían anticipando bajas de la Fed y Banxico más agresivas, pero esto se ha materializado de manera parcial.
Dos factores explican esta dinámica:
- Desacople de tasas en EE. UU.: Las tasas de corto y largo plazo están yendo en sentido contrario, afectadas por una mayor carga fiscal esperada y expectativas de mayor inflación debido a la incertidumbre por las tarifas comerciales que podrían implementarse con la nueva administración.
- Riesgo país en México: Percibido al alza por la creciente concentración de poder, lo que añade cautela entre inversionistas.
Así, la oportunidad de invertir en deuda de largo plazo resulta atractiva pero turbulenta. Fijar una tasa alta a largo plazo ayuda a cumplir objetivos financieros, pero los inversionistas deben estar preparados para enfrentar una alta volatilidad en los mercados de deuda en el corto y mediano plazo.

