COLABORADORES

Stephen Dover, CFA
Chief Market Strategist,
Head of Franklin Templeton Institute
El miércoles 2 de abril, el presidente estadounidense, Donald Trump, declaró que era un momento significativo en la historia del país, al afirmar que sus aranceles generalizados al comercio mundial «devolverían la riqueza a Estados Unidos». Sin embargo, el anuncio de los mayores aranceles en un siglo provocó una rápida caída de los activos de riesgos, que culminó con un desplome de casi un 10 % del S&P 500 Index al final de la semana.
El jueves, participe en un debate con algunos de nuestros principales profesionales de la inversión para conocer su reacción a los aranceles, las consecuencias para los mercados y lo que prevén que va a pasar en adelante. He aquí un resumen de las principales conclusiones de la Dra. Sonal Desai, directora de inversión (CIO) de Franklin Templeton Fixed Income; Scott Glasser, director de inversión (CIO) de ClearBridge Investments; Andrew Ness, director general de Franklin Templeton Emerging Markets Equity; Blair Faulstich, director general de Benefit Street Partners; y Chris Galipeau, estratega de mercado sénior del Franklin Templeton Institute.
Consecuencias macroeconómicas
Aunque los aranceles son sustanciales, coincidimos en que no hay que dar por hecho que Estados Unidos sufrirá una recesión. Pero el crecimiento se ralentizará a escala global. Nuestro grupo de debate consideró que el impacto económico de los aranceles probablemente será asimétrico, notándose menos en Estados Unidos y mucho más en otros lugares. Otros países, especialmente aquellos cuyas economías dependen más de las exportaciones, corren mayor riesgo de recesión. La economía estadounidense, con un volumen de 30 billones de dólares y apenas alrededor de 3 billones en exportaciones, está más protegida. No obstante, la incertidumbre ocasionada por los aranceles y otras políticas perturbadoras puede frenar la actividad económica, y probablemente lo esté haciendo.
A pesar de una cierta ralentización del crecimiento, Sonal Desai sigue esperando una única bajada de tipos de interés de la Reserva Federal este año, debido en parte a que la inflación aumentará por el encarecimiento de las importaciones. Aun así, no espera que el aumento sea espectacular o muy duradero.
Al contrario de las expectativas de consenso del mercado, el dólar estadounidense no se ha reforzado con el anuncio sobre los aranceles. Creemos que esto podría deberse al plan de estímulo fiscal de Alemania, que ha incrementado el atractivo del euro, así como a la fuerte reacción contra las políticas de la Administración de Trump. Sonal cree probable que el dólar, ya de por sí sobrevalorado, siga debilitándose.
Mercados privados
Tras las elecciones de noviembre de 2024, asistimos a un brote de euforia en los mercados de fusiones y adquisiciones, con expectativas de que 2025 fuera un año excelente. La incertidumbre sobre la política arancelaria de Trump ya está rebajando ese optimismo. En el primer trimestre, la actividad fue mucho más lenta de lo esperado. La incertidumbre acerca de los aranceles hizo que a las empresas les resultara difícil evaluar el riesgo y tomar decisiones de inversión. Incluso las empresas sin una dinámica directa de importaciones y exportaciones parecen verse afectadas.
Blair Faulstich apuntó que la perturbación de los mercados cotizados a menudo puede ser favorable para los mercados privados. Ante el menor apetito de los bancos para asumir riesgo, sobre todo en compras apalancadas (LBO), es más probable que las empresas recurran a los mercados privados para financiarse. Este cambio puede crear más oportunidades para los inversores en crédito privado. A pesar del deterioro en los mercados de préstamos sindicados y apalancados, no ha habido lo que podría considerarse ventas inducidas por el pánico, lo que indica que el mercado parece seguir estando relativamente estable.
Mercados de renta variable
Aunque los mercados de renta variable son buenos en general al prever y descontar acontecimientos futuros, los aranceles anunciados fueron mucho más altos de lo esperado, lo que dio lugar a la fuerte ola de ventas de esta semana. No obstante, los participantes en el debate coincidieron en que es improbable que los aranceles por sí solos hagan que Estados Unidos entre en recesión. Aun así, podrían asestar un golpe de un 1 % o un 2 % al crecimiento económico, a la vez que elevar la inflación entre un 0,5 % y un 1 % este año.
Scott Glasser considera que una cartera diversificada orientada a la calidad, compuesta preferentemente por valores con flujos de caja más estables, estará posicionada de la mejor manera para capear el temporal. Es probable que los inversores se pasen a los sectores defensivos. Las acciones internacionales y las acciones que pagan dividendos también parecen atractivas.
En cuanto a las posibles represalias, los países de la Unión Europea (UE) podrían poner a los servicios estadounidenses en el punto de mira, lo que incluye a las grandes tecnológicas y los bancos. La Ley de servicios digitales de la UE, que pretende limitar el poder las compañías tecnológicas estadounidenses, podría emplearse como herramienta de represalia.
Mercados emergentes
A corto plazo, se espera que los aranceles reduzcan los beneficios y los márgenes de las empresas en los mercados emergentes. No obstante, la reacción de los mercados ha sido más matizada de lo esperado. Los mercados asiáticos se han comportado mejor que el estadounidense, y mercados latinoamericanos como México y Brasil han resistido bien. Esto indica que, aunque el impacto inmediato es negativo, los efectos a largo plazo son más complejos. La posibilidad de cambios en los flujos mundiales de capital debido a un debilitamiento del dólar podría traducirse en un aumento de la inversión en los mercados emergentes, según Andrew Ness. Este apuntó que, según sus análisis, esos mercados están poco presentes en las carteras de los inversores internacionales y ofrecen valoraciones atractivas.
China lleva algún tiempo preparándose para el impacto de los aranceles. A pesar de los altos aranceles, el porcentaje de exportaciones mundiales de China ha disminuido y los responsables políticos del país han integrado el impacto de aranceles adicionales en sus planes de déficit y financiación. El viernes, China también respondió con aranceles como represalia.
Las empresas chinas llevan tiempo alejándose de las exportaciones a EE. UU., como demuestra la reducción de la proporción de importaciones a este país procedentes de China en los últimos años. La importancia de las exportaciones estadounidenses para el producto interior bruto de China también se ha reducido. Aunque algunas exportaciones pueden encaminarse a través de otros países, como Vietnam y México, las empresas chinas han venido diversificando sus mercados y reduciendo su dependencia de la economía estadounidense desde hace un tiempo. Esta capacidad de resistencia y la adaptación estratégica indican que los mercados emergentes, incluida China, pueden plantear oportunidades de inversión a largo plazo, a pesar de las dificultades inmediatas.
La incertidumbre irá a más
Las empresas necesitarán tiempo para adaptarse a los nuevos aranceles y, aunque sigue siendo improbable que EE. UU. sufra una recesión, nuestro grupo de debate consideró inevitable una desaceleración.
La volatilidad provoca inquietud, pero también genera oportunidades. Creemos que están apareciendo oportunidades. En concreto, nos estamos enfocando en la diversificación y la calidad de las empresas como claves para afrontar los entornos de mercado caracterizados por la volatilidad y la incertidumbre.
Los indicadores de confianza se encuentran en mínimos históricos, lo que apunta a un ratio de riesgo y remuneración favorable para los inversores que puedan asumir la volatilidad a corto plazo. El riesgo para los inversores en renta variable y deuda privada es otra revisión a la baja de las estimaciones de beneficios.
En la renta fija, las carteras de alta calidad y corta duración parecen interesantes. Vale la pena plantearse invertir en bonos municipales, dadas las posibles ventajas fiscales y buena calidad crediticia. Los bonos high yield con una exposición de duración mínima también resultan tentadores.
En general, preferimos un enfoque equilibrado, centrado en la calidad y la gestión activa.
¿CUÁLES SON LOS RIESGOS?
Todas las inversiones conllevan riesgos, incluida la posible pérdida de capital.
Los valores de renta variable están sujetos a variaciones en los precios y a una posible pérdida del capital.
Los valores de renta fija implican riesgos de tipo de interés, de crédito, de inflación y de reinversión, así como la posible pérdida del activo principal. A medida que suben los tipos de interés, el valor de los títulos de renta fija disminuye. Las variaciones de la calificación crediticia de un bono o de la calificación crediticia o solvencia financiera del garante, asegurador o emisor del bono pueden afectar a su valor. Los bonos de alto rendimiento de calificación baja están sujetos a una volatilidad de precios, una falta de liquidez y una posibilidad de impago mayores.
La asignación de activos entre diferentes estrategias, clases de activos e inversiones puede no resultar beneficiosa o no producir los resultados deseados. Una estrategia, en la medida en que invierta en empresas que están en un país o región determinados, puede experimentar una mayor volatilidad que otra que está más diversificada geográficamente.
Las inversiones en muchas estrategias de inversión alternativa son complejas y especulativas, entrañan importantes riesgos y no deberían considerarse un programa de inversión completo. En función del producto en el que se invierta, es posible que las inversiones en estrategias alternativas ofrezcan solo una liquidez limitada y son adecuadas únicamente para personas que puedan permitirse perder el importe íntegro de su inversión. La diversificación no garantiza un beneficio ni protege frente a una pérdida.
Una inversión en activos privados (como capital riesgo o crédito privado) o en instrumentos que invierten en ellos se consideraría falta de liquidez y podría requerir un compromiso a largo plazo sin garantía de rentabilidad. El valor y la rentabilidad de dichas inversiones variarán, entre otras cosas, debido a los cambios en los tipos de interés del mercado, las condiciones económicas generales, las condiciones económicas de sectores concretos, la situación de los mercados financieros y la situación financiera de los emisores de las inversiones. Tampoco pueden existir garantías de que las empresas hagan que sus valores coticen en un mercado de valores. Por ende, la ausencia de un mercado secundario líquido establecido para algunas inversiones podría incidir negativamente en el valor del mercado de esas inversiones y en la capacidad de los inversores para enajenarlas en el momento oportuno o a un precio favorable.
La gestión activa no asegura las ganancias ni protege contra las caídas del mercado. La diversificación no garantiza un beneficio ni protege frente a una pérdida.
